martes, 12 de noviembre de 2013

Hemos vuelto... aunque nunca nos fuimos del todo...

Discurso final de Alfredo Pérez Rubalcaba en la clausura de la Conferencia Política

Hace poco salió un anuncio en la tele en que una chica decía que se dedicaba a fabricar “olores de cosas nuevas”, refiriéndose a ese olor que tienen las cosas recién les quitas el envoltorio, ese momento en que nos quedamos mirando como tontos la cosa que acabamos de desenvolver… Como cuando nos compramos un móvil táctil nuevo y queremos que la pegatina de la pantalla siga el máximo tiempo posible pegada… hasta que llega el típico amigo gracioso que pega el tirón y parece que nos han hecho la cera en las piernas.

Pues esa mezcla de sensaciones reconozco que tengo desde el domingo. Motivos personales importantes me impidieron asistir a la Conferencia Política como tenía previsto con mi buen amigo y compañero Salva, pero no por ello tengo menos ilusión por el resultado de la misma.

Los que leísteis mi anterior entrada en Dicen por los mentideros de la Villa sabéis que era altamente escéptico con lo que podía salir del Palacio de Congresos de Madrid este fin de semana. Pero he podido comprobar que, gratamente, me equivocaba.

Estos logros no han hecho más que constatar que nacimos como un partido de izquierda y que así debemos seguir siéndolo a pesar de los graves errores de los últimos años. No quiero hacer un post muy largo, por tanto sólo me gustaría destacar algunos aspectos clave:

     La promesa de primarias: Sabiendo que este proceso nos ha llevado a luchas intestinas en vez de procesos de fructífero debate y a mediáticos ridículos, era la clave de bóveda. El proceso de primarias a nivel federal sólo tiene el precedente del 24 de Abril de 1998, cuando Josep Borrell ganó al entonces Secretario General Joaquín Almunia. Poco más de un año después, las presiones del aparato del Partido hicieron que renunciara en favor de su rival, lo que provocó la mayor derrota electoral del PSOE antes de la de Noviembre de 2011. Fue una excusa barata que sirvió para que los enemigos de la democracia interna como los entonces barones José Bono o Juan Carlos Rdguez. Ibarra condenaran las primarias per sæcula sæculorum. Y con tretas como “el candidato único” nos habíamos ido olvidando de lo que era elegir a nuestro o nuestra posible candidato o candidata a la Presidencia del Gobierno. 
Los guiñoles de Almunia y Borrell se comportan como niños ante las primarias del '98

Esta vez hemos ido más allá, vamos a seguir el ejemplo del Parti Socialiste francés y serán los ciudadanos mayores de 16 años, además de los militantes, los que elegirán a nuestro candidato o candidata para las próximas elecciones, y se hará tanto a nivel nacional como autonómico como local. Para ello serán necesarios 10.000 avales de los militantes, la mitad que hasta ahora. Hoy mismo hemos sabido que Enrique del Olmo, militante del PSOE-PSM Centro, es el primer candidato a las elecciones primarias para la Alcaldía de la Villa. Competirá, previsiblemente, con el actual Concejal Portavoz del Grupo Municipal Socialista, Jaime Lissavetzky, y con el diputado autonómico y Secretario de Economía del PSM, Antonio Miguel Carmona.

Respecto a otros partidos de izquierda, ésta supone, bajo mi punto de vista, la medida más importante, ya que estamos ofreciendo a los votantes del PSOE una oportunidad que Izquierda Unida, el partido adalid de “la verdadera izquierda”, no ofrece, ya que, aunque lo nieguen, son un partido muy rígido.

     La reforma fiscal: En el intento de enmendar los errores fiscales de la era Zapatero, cuando bajar impuestos “era de izquierdas”, la eliminación del IRPF para las rentas inferiores a los 16.000 € anuales o la creación de una nueva figura impositiva que aúne el IRPF más el Impuesto sobre el Patrimonio son, esta vez sí, auténticas propuestas socialistas para la redistribución de la renta y el fortalecimiento de la financiación de los servicios públicos como la Sanidad o la Educación, servicios que, además, se blindarán constitucionalmente.

       La laicidad: El PSOE no ha sido jamás un partido confesional, es más, siempre ha abogado por el laicismo y la total separación Iglesia-Estado. Sin embargo, por miedo a tocar uno de los aspectos más delicados de la Transición, a la hora de tomar las riendas del Gobierno se nos ha olvidado. Se le debió de olvidar a Felipe y también a José Luís. Pero parece ser que esta vez vamos a tomarnos una dosis doble de DeMemory cuando pisemos La Moncloa y se van a renegociar desde cero los Concordatos Reino de España – Estado Vaticano y aspectos tan aparentemente simples como la desaparición del crucifijo y la prohibición de la jura en la toma de posesión de los ministros se va a llevar a cabo. Al fin y al cabo, ¿para qué tienen que jurar fidelidad a Dios si ya lo hacen a la Constitución? Quizá Bono pueda explicárnoslo…

      La Rep… la Rep…: Como se suele decir en España, no es oro todo lo que reluce. En un contexto de clarísima debilidad de la institución monárquica, las bases del Partido han clamado por el posicionamiento en favor de la III República, pero ni con esas se ha conseguido por parte de la dirección un compromiso para la celebración de un referéndum monarquía vs. república en la que el PSOE se decantaría, siguiendo su ADN, por esta última opción. No es casualidad que fuera la única resolución que levantó abucheos y pitidos en la mañana del domingo.

De este modo el Partido ha despertado por fin el interés (que no confianza, de momento) en la ciudadanía y, lo que es aún más esperanzador, en sus militantes. Me incluyo en ese grupo. Ha servido también para dar un cierto respiro a Rubalcaba de aquí a las primarias, cuya fecha anunciará en Enero, y lavar su imagen, pasando a ser “el Secretario General que abrió el partido a las bases”.



Pero si alguien merece un reconocimiento expreso esos son los miles de militantes que nos hemos partido la cara por este partido y que hemos sido quienes de verdad hemos tirado del carro para hacer que esta Conferencia sea el principio de un nuevo PSOE que mira hacia el futuro pero sin perder de vista sus raíces, unas raíces democráticas, tolerantes, laicas, republicanas (aun con todo, sí),… unas raíces, como no podía ser de otra maneza, de izquierda.

2 comentarios :

Unknown dijo...

Muy bien artículo, solo un pequeño pero. Para hacer el referéndum sobre la república sería necesario que también lo apoyara el PP, lo que no tiene mucho sentido insistir en ese aspecto y a quien habría de convencer no es a la dirección sino al PP y a los millones de personas que siguen prefiriendo la monarquía.Yo pienso que sería mucho más productivo pedirle al partido que exigiera un mayor control sobre las actividades de la monarquía.

Unknown dijo...

Ídem con lo de las reformas de la Constitución, hay que hacerlas nos guste o no con el apoyo del PP.