lunes, 2 de marzo de 2009

Cambio de rumbo en Galicia y Euskadi




GALICIA

Partido Popular 39 escaños 47%

Partido Socialista de Galicia 24 escaños 29%

Bloque Nacionalista Galego 12 escaños 16%

EUSKADI

Partido Nacionalista Vasco 30 escaños 38,56%

Partido Socialista de Euskadi 24 escaños 30,71%

Partido Popular 13 escaños 14,09%

Aralar 4 escaños 6,05%

Eusko Alkartasuna (EA) 2 escaños 3,68%

Ezker Batua-Berdeak (EB-B) 1 escaño 3,51%

Unión, Progreso y Democracia 1 escaño 2,14%

Tras la jornada electoral del ayer, Domingo 1 de Marzo, puede hacerse balance.

En Galicia, el fallido bipartito PSdG-BNG pasó factura a los socialistas en una derrota sin precedentes que dio como resultado la mayoría absoluta para el PP de Alberto Nuñez Feijoo. Un resultado esperable dada la acertada campaña del candidato popular en la que su jefe, Mariano Rajoy, se ha implicado especialmente. Una nueva cara, jóven y conciliadora (en su discurso alude constantemente al acuerdo entre partidos y a "ser el presidente de todos"), que pasará a presidir la Xunta.

Mientras, y reclamando mayor atención, Euskadi se encuentra en una encrucijada. A pesar de la mayoría de votos y de escaños, el PNV de Juan José Ibarretxe se encuentra en minoría nacionalista en el Parlamento Vasco. Inlcuso sumando los votos de EA, EB y Aralar, el grupo constitucionalista de PSE-EE de Patxi López, PP de Antonio Basagoiti y UPyD de Rosa Díez se encuentra en mayoría. Se abre por tanto un abanico de posibilidades de Gobierno en Euskadi que permitirían sacar a los nacionalistas de la Lehendakaritza tras 29 años:

- Coalición PNV-PSE, a condición de tener a Patxi López como Lehendakari.

- Gobierno del PSE en minoría pero apoyado en la investidura de López por PP y UPyD.

- Tripartito PSE-PP-UPyD con López como Lehendakari.

La primera opción es la más fácil aunque la menos probable, dado el error en 1986 de la cesión de los votos socialistas al PNV con el consecuente descrédito de la opinión pública. La segunda es posible aunque tampoco muy probable, dada la dificultad de tener contentos en el Parlamento Autonómico a unos y a otros. Y la tercera es extraña pero bastante probable, dado el deseo y la clara oportunidad de echar a los nacionalistas del Gobierno euskera y dar un aire de cambio a Euskadi, que permita cambiar un lugar donde no impera la Ley sino la fuerza, donde si uno es amenazado de muerte tiene que dejar su casa y su tierra y donde los cargos relevantes han de ir con guardaespaldas. Manteniendo a los nacionalistas en el Gobierno, la cosa cambiará poco.

Y a pesar de que aun nada se sabe, prosigo con mi consigna:
Ari, ari, ari, ¡Patxi Lehendakari