miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta abierta de "agradecimiento" a Ferraz


Cuando estaba a punto de cumplir los 18 años, en junio de 2008, pensaba "Lo primero que haré cuando los cumpla será afiliarme al PSOE y a las Juventudes Socialistas". Más tarde supe que a éstas podría haberme afiliado a los 14, pero bueno.

Lógicamente no fue lo primero que hice, la excitación de aquel verano, el más largo que he tenido jamás era tremenda: había terminado mi etapa escolar, me iba a ir de InterRail, y en octubre empezaría la carrera de Ciencias Políticas en la Complutense, algo que, por raro que parezca, tenía pensado desde aproximadamente los 15 años.

Pero efectivamente llegó la carrera y la efervescencia de mi curiosidad por la política, así que era el momento ideal para dar el paso: en enero de 2009 me afilié al Partido y a Juventudes en Chamberí. Yo vivo en Centro, pero dado que por entonces no existían las Juventudes Socialistas allí (junto con otros compañeros las fundamos en 2011) me mandaron al distrito vecino. No fue hasta las Elecciones al Parlamento Europeo de junio de ese mismo año cuando me trasladé a Centro, la agrupación donde todavía sigo y espero seguir por mucho tiempo.

A pesar de todo este montón de recuerdos, si hay algo que no olvidaré, y creo que coincidirán conmigo muchos compañeros, es el día que me llegó mi carné de militante, con una carta modelo firmada por la entonces Secretaria de Organización, Leire Pajín. Por fin formaba parte del partido de Pablo Iglesias, de Indalecio Prieto, de Felipe, de Guerra y de José Luis Rodríguez Zapatero, por entonces Presidente del Gobierno y figura que me había empujado, en cierto modo, a escoger mi carrera.

Decía un compañero que precisamente en momentos como aquel, cuando el Partido estaba en una situación tan difícil (al inicio de la crisis económica y en el Gobierno), era cuando suponía un gesto más admirable afiliarse. Y creo que así es, durante los años siguientes, y sobre todo a nivel nacional, donde ostentamos el poder hasta 2011, y parafraseando a Felipe, me tuve que tragar muchos sapos, tuve que sacar la cara por un partido que estaba faltando a su programa y actuando bajo el yugo de Berlín. Tuve que apoyar a un candidato a elecciones generales que no me gustaba, trabajar en Ferraz como voluntario para su campaña por las tardes con un Sol de justicia y los niñatos de la JMJ llenando las calles de Madrid, y tuve que acatar su victoria en el 38º Congreso del Partido en febrero de 2012. Lo que llaman "lealtad política".

Pero ese sólo fue el comienzo de una sucesión de acontecimientos que no hay manera de tragar, y más para un politólogo; cosas que por mucha lealtad política que uno quiera demostrar, es imposible admitir.

Hace aproximadamente una hora, ojeando Twitter, lo he leído: la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha prohibido al Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) presentar una moción de censura o apoyar cualquiera que se presente contra la Presidenta Yolanda Barcina (UPN) por necesitar para ello el apoyo de la coalición de izquierda abertzale Bildu, coalición, por otra parte, que en todo momento el Trib. Constitucional ha considerado que cumple la Ley de Partidos.

Ferraz ha preferido no expulsar del Gobierno Navarro a un partido ultracatólico y ultraconservador, cercano al Opus Dei, como es Unión del Pueblo Navarro, antes que ser apoyados por Bildu. Esto lo está diciendo un partido, mi partido, que ha gobernado España con apoyos puntuales de PNV y CiU o del PP en Euskadi entre 2009 y 2012, todo ello "como un mal menor". Un partido, UPN, al que el PSN-PSOE apoyó para obtener el Gobierno Foral en 2011 y que supuso el abandono de casi la mitad de la militancia.

No sé si habéis hecho esto confiados y movidos por la euforia de las encuestas que apoyan nuestra victoria en las Europeas del 25 de mayo o por qué, pero te diré algo Alfredo Pérez Rubalcaba: con lo de hoy, la gota que colma el vaso, has conseguido que aquel día de hace 5 años en que abrí la carta que contenía mi carné de militante me pareciera una auténtica mentira. Gracias.

“Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”

Pablo Iglesias Possé
[Frase que aparece en el reverso de los carnés del Partido Socialista Obrero Español]