miércoles, 5 de noviembre de 2008

Yes, we have made it!


Ayer, 4 de noviembre de 2008, el mundo asistió al espectáculo electoral que supusieron las elecciones estadounidenses.


La victoria fue para el candidato demócrata Barak Hussein Obama, senador junior por el estado de Illinois por 349 votos electorales frante a los 163 de su rival (la mayoría se obtiene con 270), el senador republicano por Arizona, John McCain.


La casi perfecta campaña electoral basada en una acertadísima oratoria así como el uso de los principales avances como Internet, ya anticipaban la victoria del senador afroamericano en las encuestas, dándole incluso 14 puntos de ventaja sobre McCain.


El comienzo de la noche sorprenció a todos: A la 1:30 de la madrugada (hora española), con el 1% escrutado en estados principalmente de la costa Este como New Hampshire o Massachusetts, la victoria se daba por el momento al candidato republicano con 8 puntos frente a los 3 de Obama.


Pero aún quedaban muchísimos votos por escrutar y la mayoría de los colegios electorales del centro y la costa Oeste aún no habían cerrado. Comenzaron así a caer en manos de los republicanos tradicionales bastiones como Texas, Dakota del Norte y del Sur, Idaho, ... y en manos de sus rivales los territorios de los grandes lagos como Illinois, Michigan, Wisconsin, ...


La sorpresa mayúscula se produjo cuando a eso de las 4 de la madrugada, comenzaban a decantarse por Obama estados tradicionalmente republicanos como Colorado, Nuevo Mexico, Nevada; todo esto se producía mientras todas las miradas estaban puestas en los estados con mayor número de votos electorales: California (55), Florida (27), Ohio (20), Indiana (11) y Pennsylvannia (21). Uno tras otro cayeron en manos del senador oriundo de Honolulu.


A las 5:15 aproximadamente, en el hotel donde tenía lugar la fiesta republicana, John McCain pronunció junto a su socia política Sarah Palin, gobernadora de Alaska, un digno discurso de derrota en el cual arengaba a sus partidarios a dar todo su apoyo al nuevo presidente electo, pues, era un hombre que, al igual que él, amaba a su país.


Una media hora más tarde, entre el jolgorio popular, en Chicago, comenzaron a desfilar personajes del Partido Demócrata que actuarían como teloneros de Obama: un reverendo (no olvidemos el importantísimo valor religioso que impregna a la sociedad estadounidense), una mujer afroamericana cantando el himno nacional y, finalmente, a las 5:55 aproximadamente, apareció, acompañado de su esposa y sus dos hijas, el que el 20 de Enero de 2009 se convertirá en el primer presidente norteamericano de etnia afroamericana y que, ante los ojos de sus compatriotas y del mundo entero, supondrá, sin lugar a dudas, el cambio.


Victorias demócratas, 27 de 50 (54%): Vermont, New Hampshire, Massachusetts, Conneticut, Rhode Island, New Jersey, Delawere, Maryland, Distrito de Columbia, Mayne, New York, Pennsylvannia, Virginia, Florida, Ohio, Indiana, Michigan, Illinois, Wisconsin, Iowa, Minnesota, New Mexico, Colorado, Washington, Oregon, Nevada, California y Hawaii.


Victorias republicanas, 21 de 50 (42%): West Virginia, Kentucky, Tennessee, South Carolina, Georgia, Alabama, Mississippi, Arkansas, Lousiana, Texas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, North Dakota, South Dakota, Wyoming, Montana, Idaho, Utah, Arizona y Alaska.


Procesando sus votos: North Carolina y Missouri





Osma